lunes, 14 de marzo de 2016
Me gusta esa entrepierna del mundo,
tibia y asexuada,
donde el amor se hace
en la belleza de las cosas simples y
en el Don Juan de cada hombre.
La pasión inorgánica,
el erotismo de la flor,
la sensualidad fortuita de la luna,
la virilidad del viento
y lo femenino de la lluvia,
los cuerpos: sin más contacto
que la íntima distancia
de las despedidas...
La fragilidad del amor.
tibia y asexuada,
donde el amor se hace
en la belleza de las cosas simples y
en el Don Juan de cada hombre.
La pasión inorgánica,
el erotismo de la flor,
la sensualidad fortuita de la luna,
la virilidad del viento
y lo femenino de la lluvia,
los cuerpos: sin más contacto
que la íntima distancia
de las despedidas...
La fragilidad del amor.
El amor fue cierto
y se echó a andar
a tientas
por el camino de la luna.
Una sonrisa imprevista
fue a parar a tu boca
y me rei con vos
en el entretiempo de las lágrimas.
Como si fuese poco amarte
hasta el sinfin de la locura,
llevarte en mi piel a todas partes
y en mi memoria,
y tratar de olvidarte
sin saber si podré amar de nuevo,
entregarle mi cuerpo a otro cuerpo...
Como si fuese poco
no veo otro sol que el de tus ojos negros.
hasta el sinfin de la locura,
llevarte en mi piel a todas partes
y en mi memoria,
y tratar de olvidarte
sin saber si podré amar de nuevo,
entregarle mi cuerpo a otro cuerpo...
Como si fuese poco
no veo otro sol que el de tus ojos negros.
Hoy me siento Universo y Tierra y Mar
y todo en uno,
candente luz, radiantes soles
en radiantes caras,
cantos de gaviotas
sobre mis cabellos...
tardes
como lluvias en mi soledad,
cuotas diarias de locura
que me permiten robarte
una gota en la frente,
un color en la noche
un poco de paz en el corazón.
y todo en uno,
candente luz, radiantes soles
en radiantes caras,
cantos de gaviotas
sobre mis cabellos...
tardes
como lluvias en mi soledad,
cuotas diarias de locura
que me permiten robarte
una gota en la frente,
un color en la noche
un poco de paz en el corazón.
El miedo espía por la rendija,
tus latidos retumban
igual que los míos.
Mis manos abatidas golpean,
mi cabeza resuelve ecuaciones que
no tienen cuenta.
Cierras la puerta con llave ,
y el corazón...
Te has prohibido el amor,
como si pudieras...
tus latidos retumban
igual que los míos.
Mis manos abatidas golpean,
mi cabeza resuelve ecuaciones que
no tienen cuenta.
Cierras la puerta con llave ,
y el corazón...
Te has prohibido el amor,
como si pudieras...
Se ha firmado mi muerte
por decreto,
súbita, casi sin síntomas.
Escucho médicos
poniéndole sustantivos
adjetivos,
aderezos de una muerte
dudosa,
incognita.
Los especialistas repasan la ciencia,
suponen virus, epidemias,
hacen de nuevo autopsias,
abren, cierran enciclopedias.
Olvidan que se puede morir
de amor.
por decreto,
súbita, casi sin síntomas.
Escucho médicos
poniéndole sustantivos
adjetivos,
aderezos de una muerte
dudosa,
incognita.
Los especialistas repasan la ciencia,
suponen virus, epidemias,
hacen de nuevo autopsias,
abren, cierran enciclopedias.
Olvidan que se puede morir
de amor.
Se fueron mis besos a otro hombre,
besos de ir y venir,
besos de vacaciones.
Eterna despedida sin pañuelos blancos,
corazones portuarios
que anclan amores sin fecha de regreso
en otros mundos
en otros corazones
en otras bocas
en otros sexos.
Vivir,
sufrir
y esperar ese día, algún día, tal vez
en que nunca más te despida.
besos de ir y venir,
besos de vacaciones.
Eterna despedida sin pañuelos blancos,
corazones portuarios
que anclan amores sin fecha de regreso
en otros mundos
en otros corazones
en otras bocas
en otros sexos.
Vivir,
sufrir
y esperar ese día, algún día, tal vez
en que nunca más te despida.
Los párpados caen encima de los ojos,
y las cejas encima de los párpados
y la frente encima de la cara...
y todo encima del alma.
y las cejas encima de los párpados
y la frente encima de la cara...
y todo encima del alma.
Un crucifijo incrédulo en el cuello,
Cristo sólo una estampa,
la Trinidad, un número,
la vida sin Dios, una Catástrofe.
Cristo sólo una estampa,
la Trinidad, un número,
la vida sin Dios, una Catástrofe.
viernes, 11 de marzo de 2016
Voy a plantar jazmines en tus palmas,
a pintarte la noche con colores
el cielo con pancartas,
a iluminar los patios con antorchas,
las casas, los frentes, las veredas del alma,
voy a pensarte tanto,
a silvarte en el viento,
a acariciarte...
Voy a subir tan alto para bajar tus sueños
voy a darte mi aire
mis sentidos
y hasta mis lágrimas...
Voy a sanar tu corazón
y tu recuerdo.
Voy a enamorarte.
De vez en cuando la vida no lo tienta,
ni la muerte.
Sus estrellas no tienen cielo, su boca sonrisa
ni sus vasos, sed.
Está cansado de andar a cuestas de ser hombre.
ni la muerte.
Sus estrellas no tienen cielo, su boca sonrisa
ni sus vasos, sed.
Está cansado de andar a cuestas de ser hombre.
Andar ciudades, lugares, gente sin rumbo,
amores de paso,
mirando vidrieras de un cielo estrellado
cada noche
despertando madrugadas inciertas
cada mañana,
costeando ríos y mares,
y toda geografía. También la mía.
Y no saber dónde ir.
amores de paso,
mirando vidrieras de un cielo estrellado
cada noche
despertando madrugadas inciertas
cada mañana,
costeando ríos y mares,
y toda geografía. También la mía.
Y no saber dónde ir.
Y es tan indescifrable ese misterio de la vida
que por igual nos hace gozar y padecer,
nos da el día y la noche
la rosa y la muerte.
Me veo en este cielo con el espejo
de mis palmas,
me veo en la mirada de mis hijos
y en los días que me faltan.
No hay de qué preocuparse,
la mano que me mueve es sabia...
Todo es por algo, nada es por nada.
Fugazmente las cosas se escabullen...
y en un solo segundo ya no son las mismas:
lo que era vida es muerte,
lo que era muerte es vida.
Todo lo que es nuevo, lo es con el dolor
de haber sacrificado su verdadera forma antigua.
que por igual nos hace gozar y padecer,
nos da el día y la noche
la rosa y la muerte.
Me veo en este cielo con el espejo
de mis palmas,
me veo en la mirada de mis hijos
y en los días que me faltan.
No hay de qué preocuparse,
la mano que me mueve es sabia...
Todo es por algo, nada es por nada.
Fugazmente las cosas se escabullen...
y en un solo segundo ya no son las mismas:
lo que era vida es muerte,
lo que era muerte es vida.
Todo lo que es nuevo, lo es con el dolor
de haber sacrificado su verdadera forma antigua.
No puedo los días sin vos,
no los puedo.
El amor ya roto
gotea sobre mi casa
sobre mis cosas
y mis palabras.
El aire está lleno de ausencia
y me asfixia.
Siento que muero.
No puedo los días sin vos,
no los puedo.
no los puedo.
El amor ya roto
gotea sobre mi casa
sobre mis cosas
y mis palabras.
El aire está lleno de ausencia
y me asfixia.
Siento que muero.
No puedo los días sin vos,
no los puedo.
El reloj de arena de los días pasa
y se fuga entre mis manos
y él no ha vuelto.
Ya casi no respiro, no amo, no siento.
Dios, dame esa luz rutinaria que oscila de Este a Oeste
bájame la luna para perpetuarme del tiempo
préstame otra vez las estrellas
que se han vuelto a tu cielo
déjame otra vez a solas con el Universo
para poder apropiarme
de esos ojos negros.
y se fuga entre mis manos
y él no ha vuelto.
Ya casi no respiro, no amo, no siento.
Dios, dame esa luz rutinaria que oscila de Este a Oeste
bájame la luna para perpetuarme del tiempo
préstame otra vez las estrellas
que se han vuelto a tu cielo
déjame otra vez a solas con el Universo
para poder apropiarme
de esos ojos negros.
Los pájaros se posan en los bebederos
y en las mañanas,
en el umbral del cielo, renovadamente azul,
genuinamente inmenso.
La madrugada se levanta con el viejo.
Martínez, viejo curtido
de los duros secretos del invierno
del lomo sudado de su caballo
del trabajo largo
de los hijos lejos.
Lo acompañan únicamente, el mate
y María Elisa, en el recuerdo.
Su soledad es tan vasta como el campo
pero allí tienen raíz sus huesos.
y en las mañanas,
en el umbral del cielo, renovadamente azul,
genuinamente inmenso.
La madrugada se levanta con el viejo.
Martínez, viejo curtido
de los duros secretos del invierno
del lomo sudado de su caballo
del trabajo largo
de los hijos lejos.
Lo acompañan únicamente, el mate
y María Elisa, en el recuerdo.
Su soledad es tan vasta como el campo
pero allí tienen raíz sus huesos.
Qué linda es la próxima mañana
de cada día nuevo por venir
de cada amanecer desconocido
de levantarse de nuevo junto a cada sol
que vaya a saber qué nos depara.
Y de esos inviernos donde los jazmines ya no son
de esos veranos donde volverán
y sus pétalos otra vez serán perfume
y el perfume podrá ser entrega entre unas manos
y esas manos, amor.
de cada día nuevo por venir
de cada amanecer desconocido
de levantarse de nuevo junto a cada sol
que vaya a saber qué nos depara.
Y de esos inviernos donde los jazmines ya no son
de esos veranos donde volverán
y sus pétalos otra vez serán perfume
y el perfume podrá ser entrega entre unas manos
y esas manos, amor.
Miro tus ojos, negras perlas de sombra
en el boceto de tu cuerpo,
e intento que descubras
el secreto en los míos que tantas cosas callan.
Miro tus manos, que me saben
de punta a punta sin tocarme.
Miro el pasado, deshago el tiempo
lo desando.
Sin vos, no queda nada.
en el boceto de tu cuerpo,
e intento que descubras
el secreto en los míos que tantas cosas callan.
Miro tus manos, que me saben
de punta a punta sin tocarme.
Miro el pasado, deshago el tiempo
lo desando.
Sin vos, no queda nada.
No es tuya, no, la mano que te mueve
la que pinta el universo,
la de la libido y la flor.
No es tuyo el don de la lluvia
ni la magia del sol
ni los océanos ni los puertos
ni las estrellas, ni el tiempo
ni tus propios hijos, ni vos.
No es tuyo el instante
en que te sientes morir o vivir.
Hombre, de una vez
entiende que no eres más que un hombre.
Hijo
Nada me hace más valiente que tu extensión de mi alma
en esta tierra.
Nada me hace más fuerte
porque eres entraña de mi entraña y sangre de mis venas.
Nada me hace más clara
por esa luz ingenua que destellas.
Nada me desanima: tus ojos en los míos se alegran.
Nada va a detenerme
por tí voy a volar con alas nuevas.
ES DE PASO
Es de paso
la blanca mancha de gaviotas,
el torrente azul de verano, hecho río,
el pie peregrino en el caliente asfalto
y también la muerte, entre tantas otras vidas.
Es de paso
el inmóvil aire convertido en viento,
y el suspiro cansado de una noche sin hora
y la brava tormenta, y la ola
y la hoja, el pimpollo y la flor...
Es de paso
también el mañana, pues pronto será ayer.
Es de paso
la blanca mancha de gaviotas,
el torrente azul de verano, hecho río,
el pie peregrino en el caliente asfalto
y también la muerte, entre tantas otras vidas.
Es de paso
el inmóvil aire convertido en viento,
y el suspiro cansado de una noche sin hora
y la brava tormenta, y la ola
y la hoja, el pimpollo y la flor...
Es de paso
también el mañana, pues pronto será ayer.
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